Al llegar Diciembre generalmente hacemos un balance de logros y aparecen listas de propósitos para mejorar nuestra calidad de vida. Tod@s generalmente deseamos modificar algunos hábitos que reconocemos poco saludables. Pareciera ser que si cambia el año existe una mayor probabilidad de que se concrete.
Claro que al poco tiempo de tomar la decisión comenzamos a ver los obstáculos que se nos presentan a diario y que atentan contra nuestras mejores intenciones. En el momento en que nos proponemos cuidar las calorías que comemos, nos invitan a un tenedor libre o cuando programamos ir a caminar al parque, nos llama nuestr@ amig@ y pasamos una hora al teléfono….excusas hay miles como ejemplos posibles.
¿Por qué ocurre que nos cuesta tanto cambiar nuestros hábitos? Nuestro cerebro sería el responsable de esta resistencia! El cambiar una rutina o hábito implica un trabajo cerebral importante ya que es necesario generar una vía de aprendizaje y nuestro cerebro quiere trabajar poco, ya que lo que aprende no lo puede desaprender. La excelente noticia es que lo que sí podemos es ELEGIR!! entre dos acciones. Ej: si salamos la comida sin haberla probado siquiera, podemos elegir no tener el salero en la mesa. Acordate que si está al alcance de tu mano, seguramente lo usarás aunque sea por costumbre.
Un estudio realizado a 1004 argentinos sobre sus hábitos saludables demostró que el 87% de la población estudiada debería realizar alguna modificación de sus hábitos. El 67% además de querer cambiar sus hábitos, pasó a la acción. Y la mitad de estos lo pudieron mantener a lo largo de un año.
Nuestra propuesta para este nuevo año es que:
- Aumentes el consumo de Frutas y Verduras. Para logarlo podés implementar en la oficina el día de la ensalada (quizá el lunes para darle un descanso a tu aparato digestivo del fin de semana) y un día de frutas en dónde en lugar de llevar galletitas o facturas la consigna sea llevar distintas frutas de estación. Pequeños gestos hacen posible que con el tiempo se generen grandes logros.
- Disminuyas el consumo de alimentos ultraprocesados, ya que tienen exceso de sodio, grasas y azúcar. Para ello una solución fácil es que una vez por semana hagas una tarta de vegetales con una sola tapa y la cortes en ¼. Cada porción podes guardarla en el freezer y cuando llegues tarde o cansad@ a tu casa, en lugar de pedir empanadas ya tenés lista una cena rica, fácil y saludable
- Duermas más horas, porque el descanso nocturno ayuda a vivir con salud. Una idea es que dejes el celular en la cocina cuando te vas a dormir para que no te enganches con las redes sociales o conversaciones que pueden esperar. Si no podés evitar llevarlo a tu cuarto, no lo pongas en la mesita de luz para no tentarte y robarle horas al sueño.
- Aumentes la actividad , si llevás una vida sedentaria. Bajate antes del medio de transporte o estacioná el auto a 5 cuadras del trabajo. Si te es posible subí pisos por escalera y los fines de semana, salí a caminar con calzado cómodo que te permita hacerlo a un ritmo rápido.
- Al menos una vez por mes juntate con amigos o familiares que te hagan sentir feliz. Los seres humanos somos seres sociales y necesitamos de los otros. La risa aumenta las endorfinas, mejora la salud cardiovascular, aumenta la autoestima y es gratis! Si te es imposible, podes mirar películas de humor u organizar charlas por Skype. Pasar un lindo momento no es tan complicado como creemos.
Modificar hábitos es un proceso que lleva tiempo, pero te decimos nuevamente que la decisión está en vos. Si tenés la firme convicción de que el cambio es positivo, aunque a veces decaigas, retomá nuevamente el hábito saludable. Acordate de buscar aliados entre tus familiares, amigos y grupos de trabajo. Los que te quieren serán los mejores apoyos para que logres lo que te propongas.
Lic Perla Manera Lic Alejandra Volpatti
